Una organización ilegal integrada por policías y civiles fue desbaratada tras casi un año de investigación. El robo de combustible destinado a patrulleros tuvo como uno de sus focos principales a Villa Gobernador Gálvez. La Oficina de Violencia Institucional, junto al Ministerio de Seguridad de Santa Fe, llevó adelante este lunes 36 allanamientos en Rosario y alrededores. Villa Gobernador Gálvez fue una de las localidades con mayor presencia en la causa: se registraron operativos en domicilios de las calles Caseros, Alvear, Tartagal y otras zonas.
Según la investigación, una red de policías y particulares sustraía combustible de manera sistemática, desviándolo de los circuitos oficiales. Se secuestraron celulares, dispositivos digitales y documentación clave para profundizar las responsabilidades.
En total, hay 20 personas detenidas. Entre ellas, figuran jefes policiales que serán imputados en los próximos días. El impacto del escándalo provocó la intervención inmediata de la Unidad Regional II, con el desplazamiento de Claudio Acosta. El Gobierno provincial designó en su lugar a Claudio Romano, un exjefe reincorporado para ordenar la estructura.
Además, se dispuso una auditoría completa de los mecanismos logísticos, sobre todo en los sistemas de carga de combustible. Varios altos mandos y agentes quedaron en disponibilidad, como medida preventiva mientras se esclarece su nivel de participación.
El caso pone en evidencia cómo algunos sectores aprovecharon su posición para desviar recursos esenciales. Villa Gobernador Gálvez, golpeada por el delito y ahora salpicada por la corrupción, se convierte en una pieza clave de una investigación que busca limpiar las instituciones de seguridad.